¿Es realmente necesaria la existencia de la Educación Física?
A lo largo de años de enseñanza reglada, es frecuente
escuchar opiniones encontradas acerca de la Educación Física. Lamentablemente,
a menudo son opiniones en contra o indiferentes, cuya base, en ocasiones, se
encuentra en la falta de información. ¿Cuántas veces no habremos oído que la
Educación Física es “una asignatura María”, con las connotaciones que ello
implica?
Pero lo cierto es que, desde múltiples puntos de vista, la
importancia de la Educación Física como medio para desarrollar una serie de
habilidades, capacidades, etc. está más que probada. Y es por ello que desde
este blog queremos justificar esa importancia, así como reivindicar la
necesidad de reconocer los beneficios que tiene.
Para ello comenzaremos ofreciendo la siguiente definición:
La Educación Física es
una disciplina pedagógica que basa su intervención en el movimiento corporal, para
estructurar primero y desarrollar después, de forma integral y armónica, las
capacidades físicas, afectivas y cognitivas de la persona, con la finalidad de
mejorar la calidad de la participación humana en los distintos ámbitos de la
vida, como son el familiar, el social, el productivo, etc.
De esta definición destacamos varios aspectos:
- Por una parte, el carácter organizativo de esta disciplina, en lo referente al desarrollo integral de la persona.
- Por otro lado, el carácter integrador que tiene, puesto que aúna una serie de áreas esenciales en la vida de un individuo.
- Por último, las implicaciones que tiene en todo un conjunto de aspectos de la vida de la persona.
Por eso consideremos que la Educación Física está más que justificada como un aspecto esencial del currículo.
La consideración del concepto de Persona como una unidad
bio-psico-social, implica que la Educación debe atender a esta unidad. Por lo
tanto, nunca debemos descuidar la Educación Física para favorecer otros
aspectos más relacionados con áreas cognitivas o sociales (igualmente
importantes éstas). La situación ideal sería aquella en la que la atención a la
persona como unidad, abarcara por igual a todas las áreas que la conforman, no
habiendo unas áreas consideradas más importantes que otras.
Si analizamos el RD 17/2008, por el que se desarrollan para
la Comunidad de Madrid las Enseñanzas de Educación Infantil, nos encontramos
con que:
-
La
finalidad de la Educación Infantil es: “contribuir
al desarrollo físico, sensorial, intelectual, afectivo y social de los niños y
las niñas. (…). Se facilitará el descubrimiento de las posibilidades del cuerpo
y del movimiento y los hábitos de control corporal”. Es decir, que ya de
entrada tenemos el desarrollo del esquema y de la percepción corporal como
pilar fundamental que sustenta el fin de la Educación Infantil.
-
Si
nos centramos en los objetivos, encontramos que, se relaciona directamente con
la Educación Física el que plantea “conocer
su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción, adquirir una
imagen ajustada de sí mismos y aprender a respetar las diferencias”. Una
vez más podemos comprobar cómo la Educación Física hace referencia no solo a
aspectos físicos, sino a muchos otros que se ven beneficiados por ella (por ejemplo
la autoimagen, el autoconcepto, la autoestima, o el respeto a uno mismo y a los
demás).
Los demás objetivos se pueden
relacionar perfectamente de manera indirecta con el tema que nos ocupa.
- En
cuanto a las Áreas (Conocimiento de sí mismo y autonomía personal, Conocimiento
del entorno, y Lenguajes: comunicación y representación), sabemos que el
conocimiento que el niño adquiere de cada una de ellas, se ve condicionado por el
grado de participación que tiene, así como de actuación en esos escenarios. Lo
que queremos decir con esto es que los niños y niñas pequeños aprenden de su
entorno cuando pueden manipularlo e influir sobre él. Y ellos y ellas influyen
mediante su cuerpo, sus movimientos, su posición en el espacio, el conocimiento
de uno mismo, del entorno y de los demás. ¿Y qué es todo esto, sino Educación
Física?
Si
nos fijamos en los contenidos educativos, muchos de ellos, si no la mayoría, se
relacionan con la Educación Física directa o indirectamente (hábitos de salud y
bienestar, destrezas motrices, habilidades manipulativas). Lo mismo ocurre con
los ámbitos (conocimiento y progresivo control propio cuerpo, juego y movimiento, descubrimiento del entorno,
hábitos de vida saludables, etc.).
En definitiva, es complicado establecer el límite entre lo
que es desarrollo físico y todo lo demás, debido al carácter globalizado del
desarrollo infantil, y por ello en Educación debemos respetar y adoptar un
enfoque igualmente globalizador para poder cubrir con garantías cada una de las
esferas de desarrollo del niño. Lo que sí es cierto, y de lo que no hay duda,
es de que el desarrollo integral del niño/ a pasa por el desarrollo físico y
todos los ámbitos, contenidos y objetivos mencionados anteriormente. Por ello
podemos afirmar que la Educación Física es fundamental en esta
etapa educativa.
Por otro lado, diferentes autores nos hablan de desarrollo
infantil y educación física desde edades muy tempranas, por ejemplo Parlebás
(1990), quien basa el objeto de la Educación Física en las conductas y en la
acción motriz, Cagigal (1993), que fundamenta la Educación Física en los
parámetros cuerpo y movimiento, o Bloom, Krathwohl y Harrow, que establecen
distintas taxonomías del movimiento humano.
Por todo esto podemos afirmar, con total rotundidad, no solo que
es fundamental incluir la Educación Física en el currículo escolar, sino que
además no hacerlo no tendría ningún sentido.
BIBLIOGRAFÍA
- Real Decreto 17/2008, del 6 de marzo, del Consejo de Gobierno, por el que se desarrollan para la Comunidad de Madrid las enseñanzas de la Educación Infantil.
- Galcerán, I., Marconnot, R. (2018). Temas 1, 2, 3, 4. Educación Física. Universidad Rey Juan Carlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario